jueves, 31 de octubre de 2013

El beso

En octubre de 2013, un reportero gráfico besa a su esposa antes de vestirse e ir a trabajar. Desde esos días su hijo sabe que un beso incluye amor, respeto, pasión y esperanza. (Foto: C.Soto)
 
 

sábado, 26 de octubre de 2013

A mis 35


Foto: elgransalto.blogspot.com
Hola ¿me reconoces?

Por lo que veo en tu cara pienso que no, pero si me lees detenidamente y con mucha imaginación te sorprenderás de estos momentos.
Te escribo en mi blog, un especie de página en la computadora. De esas que veías que usaba tu tía en la librería… solo que con más colores que el simple ámbar que ves actualmente.
Me acerqué nuevamente a ti porque hoy cumplimos 35 años.  Te cuento que ya no nos da alergia el chocolate y por eso espero comerme un buen pedazo de pastel a nuestra salud.  He aprendido que hay que darse un pequeño gusto cada vez que se puede.
Talvez no eres el aventurero que ha viajado hasta África para tomar fotos, pero sí has cruzado toda Centroamérica para conocer lo mejor de cada país. En uno de ellos conocerás a la mujer más bella e interesante que nos dio Dios. El día que la veas personalmente sabrás que ella es la indicada.
Y aunque no tienes un carro del año ni un apartamento de soltero,  vives en un apartamento lleno de amor.  Estoy viviendo cerca del colegio donde estudiamos y aunque ahora lo veo pequeño, siempre me recuerdo de cosas buenas, bonitas y feas… pero como tú no le doy tantas vueltas al asunto y sigo mi camino.

Cada cierto tiempo nos reencontramos  tú y yo al momento de jugar con un Pequeño gran explorador. Apenas tiene 9 meses pero juega igual que tú con los carritos y con sus risas me recuerdo lo que nuestra mamá nos decía: Solo risas sos.

También nos disfrutamos juntos cuando tomamos fotos. ¿Sabes? Tomamos fotos y las podemos ver en computadoras y teléfonos como los que ves en la tele.  Es más, trabajas en uno de los periódicos más grandes –y no es El Hocicón (Diario pobre pero honrado) , de Condorito-.
Claro, pasaran 25 años para que veas y disfrutes todo esto. Es más, ni te darás cuenta que todo va cambiando. Lo único que no debe cambiar es tu imaginación. Con ella hemos sobrevivido, llorado y disfrutado. La vida de grande es complicada pero sencilla si tu quieres. Lo que has vivido y vivirás será lo mejor que te haya sucedido.  Pienso que 35 años no son nada y todavía nos falta 135 años más.
En nuestro cumpleaños solo nos falta decir:
Gracias Dios. Gracias Virgen María por cada día de vida.
Descansa, come rico, prueba cada comida, disfruta cada momento, sea bueno o malo. Reíte de lo que más te gusta, haz lo que más te guste hacer y verás que nos irá bien.
Y si: Todavía te encantan Los Beatles y sueñas despierto cuando oyes StrawberryFields Forever. No te preocupes.
 
Con cariño.   Tú –en 25 años-

jueves, 24 de octubre de 2013

Un mal necesario


A pesar de la engañosa “vida social” que se lleva, siempre tuve presente que un celular teléfono móvil era eso mismo: un teléfono. (para llamar a alguien a otro teléfono, pues)

Me salí de Facebook para no distraerme en lo que hago, el Skype lo uso para comunicarme con gente de afuera y el msn desapareció antes de enterarme ya que ni lo usaba.

Como siempre digo: ¿para que voy a meterme a redes sociales si con la única persona con la que me encantaría chatear y conocer su vida privada es la misma con la que ceno, cocino, viajo, duermo, sueño y despierto?  (En realidad, cuando me preguntan lo digo en pocas palabras: la única persona que agregaría en el Facebook sería a la que amo)

Pero ahora un dieron un móvil para estar en contacto, subir notas diarias, mantener las redes sociales y estar actualizado.

Tuve que sacar del ahorro para pagarlo porque el primero se me arruinó. Y es que esas pantallas tan delicadas ni siquiera aguantan una "patada accidental".

Lo que aprendí es que es un mal necesario. Ya me enteré que hay tráfico en la Martí y así salgo  más preocupado de mi casa. También tengo en el WhatsApp a un montón de gente que mejor le escribo para evitar el rechazo de ser colgado y, bueno, me enteré que hoy está 18 grados y está parcialmente nublado (lo cierto es que el “teléfono inteligente” lo tengo en la oficina… con aire acondicionado).

Con un “pequeño gran explorador” que consume pañales, compotas y horas de sueño, me doy cuenta que este celular involucra otros costos. Recién pensaba que mis papás también tenían gastos para nosotros como bebés… pero ellos no tenían que pagar internet, cable, seguro, teléfono celular, teléfono de casa, garita de seguridad…

“Eran otros tiempos” dirá el Socialité en 20 años.

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