Me parece interesante como los mexicanos le rinde culto a la muerte. No lo hacen de forma satánica ni fanática sino de forma muy “a la mexicana”.
Recién el 2 de noviembre llegué a la Embajada de México en Guatemala a tomar fotografías de la Celebración del Día de Muertos. En ella había una exposición de pintura infantil denominada La Muerte Negra; una representación de un panteón –muy alegre, por cierto- y cuatro altares dedicados a Efraín Recinos, Cantínflas, Capulina y Francisco Gabilondo Soler.
Es fascinante observar los colores y más aún los detalles de cada altar. Me imagino a la familia del deudo haciendo un altar con sus pequeños detalles. Por lo que veo enaltecen lo que hizo…. Y no lo que quiso hacer.
Quiero que me entierren pero que sea contigo, diría una canción. A mí me gustaría que me enterraran sin nada:
Que mi cámara la sepa utilizar mi hijo o mi nieto,
Que mi ropa haya servido para darle calor a otra persona.
Que mis libros sirvan para impresionar a un lector voraz
Que mis cds los escuche un melómano.
Y que mis consejos hayan sido practicados y no sólo escuchados.
¿Cómo será mi altar? Con fotos de gente sonriendo… especialmente yo.
2 comentarios:
en si la muerte debería de ser alegría por que la persona que se va esta en paz, tranquila volando con las nubes y los pájaros, mientras nosotros acá siempre complicándonos la existencia..
es duro perder a alguien pero se sufre por estar aferrado alguien, y no por la persona en sí.
bueno volver leerlo!! :)
Muchas gracias Paola. Estuve un tiempo afuera pero ya quiero volver a escribir. Saludos!
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