Antes era el salón de recepciones del Palacio Nacional, el centro ejecutivo de la política guatemalteca. Las banderas presentes representaban los países con que Guatemala poseía relaciones diplomáticas.
Al ser convertido en museo y renombrado como Palacio Nacional de la Cultura, las banderas nacionales fueron sustituidas por las banderas departamentales. Veintidós banderas con sus escudos departamentales se hacen presentes durante los actos culturales y diplomáticos.
El escudo, como la mayoría sabe, es un escudo “real” con armas reales y un quetzal disecado. Luego de admirar el piso de madera siempre brillante me imagino los fantasmas que habitarán en medio de este gran salón y que suelen salir a mitad de la noche para recrear esas recepciones interesantes en donde el presidente de turno intercambia impresiones con los embajadores visitantes. ¿Qué dirán? ¿Qué harán? ¿Se darán cuenta que son parte de la historia?
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