Frente a la ventana vio al petirrojo

Foto: mariguari.blogspot.com

Frente a la ventana vio al petirrojo

 Hice mi respectiva cola para recibir la comunión y caminé lentamente por el centro de la Capilla Santa Delfina observando los vitrales ubicados a ambos lados del recinto.

Fije mi vista en el colorido vitral derecho en donde representa el anuncio hecho por el ángel Gabriel a la Virgen María. Las expresiones de ambos, la duda por el futuro y la belleza  rodeada por esa noticia, hizo jugar mi mente.

Con mucha emoción me recordé de la tarde cuando tu mamá mantuvo una conversación visual con ese petirrojo visitante de nuestra ventana principal.  Esa tarde ella tuvo sus dudas… hasta pudo haber tenido miedo, pero ese pequeño ser alado proveniente de un cielo recién despejado se mantuvo unos minutos observándola y le dio una tranquilidad indescriptible.

Al final de esa tarde supimos  que seríamos tus padres.

Un dia oriental

En principio cabe decir que era un día de trabajo.

Un sábado de turno que iniciaría a las 14 horas y terminaría, si bien me iba, a las 20 horas.  Junto a la “Embajadora” dispusimos entrarle seriamente al asunto y ordenar la agenda.

Empezamos con la inauguración de una exposición de Caligrafía en la Villa de las Niñas, zona 13. El embajador de Taiwán en Guatemala, Adolfo Sun, nos explicaba cómo era en realidad el arte de la caligrafía china.  La Embajadora fue bien recibida por los amigos taiwaneses quienes incluso la invitaron a recibir clases de mandarín.

En la noche celebramos los 30 años del restaurante Lai Lai. Degustar la Langosta Encebollada con Fideo de Longevidad, Abulón Guisado con hongos Sinku, Costilla Agridulce al estilo Kendou y Pato al estilo Pekines fue una experiencia muy diferente a lo que nos íbamos a imaginar. El secreto fue comer “de todo, un poco”… y así disfrutamos un día al estilo chino.

Ya sea continental o taiwanesa, la cultura china nos impresionó muy de cerca. Y si. Fue acá en Guatemala.